10 de septiembre de 2009

Literatura y música

La Ópera no sería casi nada sin la literatura. Casi todo lo escrito para la Ópera se basa en obras literarias escritas anteriormente.

También aquí hay excepciones a la regla.

Han habido autores que han elegido una gran obra literaria como base para su creación musical y los "libretistas" (aquellos escritores, principalmente poetas, que hacían la adaptación) que se han cargado la obra, y que incluso se han permitido licencias creativas en pro del desarrollo musical. Como también los propios compositores se han visto obligados a modificar el argumento bajo la presión de los ejecutantes o los empresarios teatrales, para adecuar el desarrollo a sus necesidades de cara a las demandas del público de turno (un ejemplo, el Tancredi de Giachino Rossini). Con este tipo de acciones, se generan dos obras homónimas pero que nada tienen que ver entre sí.

Ejemplos en la Ópera romántica hay cientos, por no decir todos, ya que generalizar nunca es bueno.

Existen compositores que han realizado ellos mismos las adaptaciones de las obras literarias:
  • Arrigo Boito, es el compositor de "Mefistofele", basado en la segunda parte del "Fausto" de Johann Wolfgang von Goethe.

  • Asímismo figura como libretista de "La gioconda" de Amilcare Ponchielli con el pseudónimo "Tobia Gorrio".

  • Richard Wagner escribió el libreto de casi todas su óperas. Con ello pretendía tener el control absoluto en la creación de su obra, sin concesiones ni intervenciones de otros autores. Consiguió su objetivo, porque durante mucho tiempo, todas sus anotaciones "al margen" se respetaron para la puesta en escena de sus obras.
El comentario de hoy está provocado por algo que he leído esta mañana en un cartel publicitario.

Este año, en la temporada del Teatro Valle Inclán, en Madrid, se representa el Don Carlos de Friedrich Von Schiller (http://cdn.mcu.es/obrasg.php?ob=1&leng=es).

Ni que decir tiene que después de leer la obra literaria y de escuchar la magnífica Ópera homónima de Giuseppe Verdi, sólo me falta ver la representación teatral.

Desde que nació mi curiosidad por la Ópera, he intentado leer la obra literaria en la que se basa la composición musical para llegar hasta el fondo de la historia y comprender el mensaje de los autores (escritor y compositor). De todas aquéllas que he leído y escuchado, he sacado al conclusión de que cada autor le ha dado a su obra un punto de vista particular, y que en la mayoría de las veces, nada tiene que ver la una con la otra, pero sin embargo la una, sin la otra, no existiría.

Pero esta representación, la del Teatro Vallé Inclán, al parecer, y según reza en el siguiente artículo, es una nueva visión de la obra (http://www.dolcecity.com/madrid/2009/09/don-carlos-opera-en-escena.asp).

La puesta en escena corre a cargo de Calixto Bieito, al que le preceden innumerables creaciones "revisadas" en cuanto al concepto visual y teatral. Todavía recuerdo el escándalo que se formó en el Liceu de Barcelona con su puesta en escena de Un Ballo in maschera de Verdi. A esta obra le han seguido otras muchas, que también han levantado ampollas en los "puristas". No entiendo ese afán de cambiar el concepto, pero lo respeto e intento comprender si el mensaje final del compositor es el mismo que pretende el regidor.

La música para esta ocasión es de Gyorgy Ligeti (http://es.wikipedia.org/wiki/Gy%C3%B6rgy_Ligeti)

Imagino que con estos ingredientes el éxito está asegurado, ya que la calidad unida al talento, siempre da buenos resultados, a pesar de aquéllos que no están preparados para aceptar una nueva visión sobre una obra de tradición clásica.

P.D.
En Bayreuth hace mucho tiempo que dejaron de ver a las Walkyrias con lanzas y escudos.

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