13 de octubre de 2010

Dame Joan Sutherland - "E strano.. Ah forse lui... Sempre Libera" .- Giuseppe Verdi - La Traviata


Recuerdo que hace algunos años, tendría 12 o 13 años (y acabo de hacer 39), salió a la venta una enciclopedia de música clásica que en cada fascículo incluía una cinta a cassette con fragmentos de las obras de los autores que aparecían en la enciclopedia.

La entrega número 3 correspondía a Giuseppe Verdi, y dentro de las obras que se incluían en la grabación (que todavía conservo como oro en paño) se encontraba esta página de La Traviata. En aquel entonces yo era un neófito en esto de la Ópera... pero la primera vez que escuché esta obra algo pasó. El primer fragmento era el preludio, una música delicada, e intimista, una melodía dulce y vaporosa, como de un atardecer de invierno tras los cristales de una "bow window" mirando una hermosa vista.

De repente, el siguiente fragmento: el aria de Violetta del final del primer acto de "La Traviata", y aquella mujer a la cual casi no la entendía lo que decía, pero cuya voz aguda despertó mi interés.
Jamás anteriormente había escuchado esta página. Sólo reconocía el famoso brindis, pero poco más. Escuché entero el fragmento y a medida que la música iba sonando, con esa voz tan peculiar, mis oídos iban incrementado su excitación, hasta que llegó el climax de la cabaletta con ese sobre agudo final sostenido durante tanto tiempo.
Desde entonces La traviata fue mi ópera favorita.
Después leí que la intérprete se llamaba Joan Sutherland, y a mí ese nombre no me sonaba de nada, puesto que mi cultura operística alcanzaba a los nombres más cercanos: Plácido Domingo, Monserrat Caballé, José Carreras, Alfredo Kraus, Teresa Berganza... y poco más.

Con el tiempo, fui aumentando mi aprendizaje y conocimiento sobre le mundo de la ópera, y descubrí que esta mujer era una gran intérprete, que había abordado papeles casi olvidados. Empecé a adquirir grabaciones de ella, y descubrí completamente fascinado su Semiramide, su Anna Bolena, su Doña Anna, su Norma, su Lucrezia, etc.

El lunes nos privó de se presencia, pero nos ha dejado un legado musical incalculable gracias a las numerosas grabaciones discográficas y videográficas de su obra, con lo que, al igual que otros grandes de las escena como su querido Luciano Pavarotti, con quien cantó en multitud de ocasiones, siempre podremos recordarla escuchando su prodigiosa voz allá donde queramos.